1. Introducción

Hola a todas y todos (espero que “todas/os” no sea uno, o peor, ninguno) Por casualidad, y buscando otra cosa en Google hace como una semana, llegué a un hilo en un determinado foro, en el que pretendía hacerse una comparativa entre Windows, Linux y Mac. Previamente, tengo que aclarar algo: hace como dos años, intenté realizar una prueba de Linux. Lamento no recordar qué distribuciones, aunque dos de ellas fueron Ubuntu y Debian, eso lo tengo claro. Tampoco recuerdo qué distribución me falló en qué. Una de las distribuciones se quedó “colgada” en el particionado, y ahí acabó la prueba. Fui incapaz de instalar Debian, eso sí lo recuerdo. Instalé la tercera, ojalá recordara cual fue, y abandoné la prueba a la primera dificultad, porque no tenía entonces mucho tiempo para dedicárselo. De ahí el título de este Blog, "Linux Interruptus". Bien, estaba hablando de una pretendida comparativa, que en realidad, se trataba de una diatriba en contra de Windows Vista, llena de descalificaciones, y de opiniones negativas, para mí sorprendentes, porque aquello no se correspondía para nada con mi experiencia con ese Sistema Operativo. Detrás del post inicial, una serie de entradas del estilo “Linux es lo mejor, Windows es una mierda” (con perdón) “Mac es lo mejor, no tenéis ni p… idea”. “Sois unos ignorantes, Windows es muy superior”. Bueno, ese era el tono general, entreverado de afirmaciones sobre la seguridad de unos y otros Sistemas Operativos, o acerca de cuál de ellos era más rápido, más bonito y consumía más o menos recursos. Me impactaron afirmaciones como la de que por cada aplicación para Windows, existían en Internet miles de aplicaciones “mejores, más potentes, más bonitas, y que consumían menos recursos”, porque pensé que a lo peor estaba pagando por algo (Microsoft Office 2007) que podía conseguir gratis, y encima mejor. Recuerdo sobre todo una encendida polémica en la que se comparaba Flip3D de Windows Vista con Beryl y sus impactantes efectos. Había uno que opinaba que “Flip3D es lento y engorroso de usar, y todo el mundo lo abandona inmediatamente”. Bueno, pues a mí ya me valía con la ventanita con iconos que aparecía antes de Vista al pulsar Alt+Tab, pero cuando descubrí Flip3D me pareció más amigable, y lo uso de continuo. Después de esto, busqué información sobre Beryl, y aún estoy preguntándome que aporta en mi trabajo ver las ventanas en un cubo, o arrugándose en el monitor, cuando a mí ya me bastaba con el Alt+Tab y sus iconos. Pero bueno, para gustos hay colores. Algún otro afirmaba que “me pasé a Linux, aunque seguí manteniendo XP, pero acabé quitándolo porque ya no lo usaba”. Y terminaba diciendo que “quién prueba Linux ya no quiere otra cosa y se olvida de Windows”. De todo aquello me quedó la impresión de que para algunos un Sistema Operativo es una especie de RELIGION, no una HERRAMIENTA que te ayuda en tu trabajo diario. Yo no soy fanático de nada, y estoy abierto a cualquier herramienta que represente una ventaja para mí y mi trabajo. Y tengo desde aquella prueba interrumpida como una sensación de vacío en mis conocimientos sobre ordenadores, porque apenas sé nada de Linux. Busqué información sobre el software libre, las licencias GNU y GPL, y sobre algunas aplicaciones que existen en este mundillo. Y de todo ello saqué la impresión de que la idea de “software para todos, libre y gratuito, en el que la Comunidad colabora para su desarrollo y mantenimiento”, era como mínimo una idea muy atractiva. Mi experiencia en dirección de equipos de desarrollo trataba de contraponer las dificultades de que esto funcione, pero la acallé, porque la idea es seductora, independientemente de sus resultados. Bien, hablemos un poco sobre mí. Formación en Ingeniería de Sistemas. Llevo trabajando con ordenadores corporativos desde 1968, cuando aún no habían nacido la mayor parte de los que escribían esos post tan incendiarios. Desde que apareció el pc en 1980, cuando aún no habían nacido algunos de esos detractores y partidarios de Windows, he tenido siempre uno encima de mi mesa. He conocido y utilizado todos los Sistemas Operativos de Microsoft, más el malogrado PS/2 de IBM. Incluso hace tiempo me regalaron un Mac con OSX, y lo utilicé una temporada, hasta que se me quedó pequeño, y descubrí que no hay en el mercado apenas hardware y software que me permitiera ampliarlo, que era un sistema cerrado y propietario en el sentido más amplio, y volví a Windows. He programado a lo largo de mi carrera en tantos lenguajes que ya ni recuerdo cuántos, incluido ese COBOL que se presentó hace la torta de años como una panacea para escribir programas en lenguaje “natural”. Actualmente, escribo mis propias aplicaciones en Visual .NET (tanto C como Basic) Os incluyo una pequeña muestra de mi trabajo: Con todo esto, supongo que me reconoceréis que algo debo saber, al menos como usuario, sobre ordenadores y Sistemas Operativos. Ahora tengo un poco más de tiempo, y he decidido llenar ese vacío que decía antes. Voy a intentar realizar una prueba seria de Linux, partiendo de la base de que soy un usuario totalmente inexperto, que se acerca a un nuevo Sistema Operativo sin conocimientos previos sobre él, pero también sin prejuicios, con la mente abierta y bien predispuesto. Pero las pruebas, “mejor con gaseosa”. No puedo añadir fácilmente una partición en uno de mis dos discos duros, ni meterme a investigar cómo puedo hacer para crear un arranque dual entre Linux y Windows Vista (que, por otro lado, probablemente me exigiría una reinstalación) así que utilizaré una máquina virtual creada con VmWare WorkStation 6.0. Ahora mismo tengo corriendo máquinas virtuales con Windows 98 SE y XP Professional, de manera que es una técnica que domino. En ambos casos, la estructura de comunicaciones virtuales funciona, y utilizaré la misma con Linux. Tanto Windows 98 SE como XP, se conectan a mi red local sin problemas, de manera que no voy a hacer nada nuevo o desconocido que pueda influir en mi apreciación de los resultados, salvo evidentemente, la instalación (en su caso) y parametrización de Samba. Pero SÉ que la conexión a la red local debería ser tan automática como en Windows, en la que funciona sin problemas. Adicionalmente, este montaje me permitirá hacer capturas de pantalla para ilustrar mis explicaciones. La máquina virtual Linux, en todos los casos, tendrá las características que se ilustran a continuación. Las mismas que la máquina virtual W98 SE, y con la única diferencia con la máquina “XP” de que ésta dispone de más memoria. Pero si en el transcurso de la prueba advierto que 512 Mb son insuficientes, la incrementaré. Una advertencia: si os fijáis en la línea correspondiente al CD-ROM (y podéis leerla) advertiréis que no está utilizando un lector de CD o DVD físico (que también se puede) sino una imagen montada a partir de un archivo, concretamente el archivo .iso de la distro de Ubuntu. El funcionamiento es más rápido que utilizando una unidad real, así que esto no penaliza los tiempos de instalación, sino todo lo contrario. Quiero ser justo en mis apreciaciones, así que no se me ocurrirá ni por pienso establecer comparativas entre la rapidez de funcionamiento de Linux en esa máquina virtual, con respecto a mi PIV 3 Ghz, 3 GB de memoria RAM, donde trabajo con Windows Vista, y en el que correrán las máquinas virtuales. Y repito, me acerco a Linux sin apenas conocimientos de partida, como un usuario que compra su primer pc y lo tiene todo por descubrir. Sin prejuicios ni opiniones previamente formadas. Y me centraré en su usabilidad, y la facilidad de manejo para el usuario de a pie. Pretendo realizar las siguientes pruebas: —Instalación de dos aplicaciones (VMware Tools, que mejora todo lo relacionado con las definiciones del monitor y el manejo de ratón y teclado, y otra ampliamente usada, Adobe Reader) —Navegación por Internet y descarga de archivos. —Conexión a mi red local doméstica Windows, que ahora tiene el ordenador PIV que os describí someramente, más un portátil Intel Core Duo T5500 con 2 Gb de memoria RAM. —Instalación de una impresora HP PSC 2355 all-in-one, impresión de una página de prueba y “escaneo” de una imagen, todas ellas cosas intuitivas y triviales en Windows Vista. Y si todo funciona correctamente, como espero y deseo, experimentaré con OpenOffice 2.0, solo por saber cómo es, después de haber leído eso de que “más rápido, mejor y consume menos recursos” que la suite Office de Microsoft, aunque esta parte está fuera del objeto de este trabajo. Estoy haciendo alguna trampa (además de probar en una máquina virtual), soy consciente de ello. Sé que necesitaré instalar (si no lo tiene alguna distribución) el paquete Samba, y configurarlo. Y conozco los rudimentos de la consola y sus comandos, más el concepto de usuario “root” o superusuario, y la estructura de particiones de Linux. Lo siento por los fanáticos de Windows, no es una prueba del todo justa, pero no puedo olvidar lo que sé. Y por otro lado, intuyo que conectar una máquina Linux a una red Windows será más complicado que si todas las máquinas usaran Linux. Lo lamento por los partidarios de Linux, pero como dije antes, “las pruebas, mejor con gaseosa”, y no puedo desbaratar lo que ya tengo. Me he “bajado” de las páginas oficiales las siguientes distribuciones: - Ubuntu 7.04. - Open Suse 10.2 GM - Mandriva 2007 Spring ¿Por qué estas y no otras? Porque las opiniones que leo en foros y alguna que otra revista técnica, me han llevado a pensar que son las más “fáciles” para el novato ignorante en Linux que soy. Igual me equivoco, pero de alguna forma tengo que comenzar. En todos los casos, utilizaré el mismo escritorio GNOME, aunque alguna me ofrezca (de hecho es así) la alternativa KDE. Y sin más, inicio la máquina virtual y comienzo la prueba de Ubuntu 7.04.