viernes, 5 de octubre de 2007

3. Instalando Ubuntu 7.04 (final)

Se inicia la instalación. Una ventana nos ofrece continua información sobre las acciones que está realizando, y su barra de avance visualiza el porcentaje de tareas que se llevan realizadas:

Suficiente. En un momento determinado, aparece una nueva ventana. Se trata del gestor de paquetes (aplicaciones) Synaptic. Solicito información:

Recordad, soy un usuario novel en Linux. Cierro la ventana de información, y me dedico a navegar por las listas de paquetes, sin que los nombres me digan nada. Hay algunos de ellos marcados en apariencia, aunque la información al final dice que "0 para instalar...".

Supongo que podré instalar lo que quiera más adelante, de manera que cierro la ventana "a capón", al no encontrar ningún botón "Cancelar" o similar.

Continúa la instalación. Unos pocos minutos después, finaliza, y me solicita permiso para reiniciar.
El procedimiento completo ha durado en torno a 25 minutos (de nuevo, una parte de ellos consumidos en obtener los archivos gráficos que ilustran estas explicaciones).
Algo que no advertí la primera vez que hablé de tiempos, y me parece importante: la duración de los procedimientos de instalación es anecdótica, en primer lugar porque no es ésta la finalidad de este trabajo (compararlos con nada) y además porque no se trata de una máquina real, como la que tenéis sobre o al lado de vuestra mesa, sino de una virtual, que comparte recursos con Windows Vista. Sí debo advertir que, mientras realizo estas pruebas, en la máquina Windows "host" no se está realizando ningún otro trabajo.
Mi impresión es que la infraestructura creada para esta experiencia funciona, y lo hace con unos tiempos de respuesta y proceso similares a los de una máquina real dotada de un Pentium III, y con 512 Mb. de memoria.
Bien, "expulso" el CD mediante una de las opciones del menú contextual que aparece pulsando el botón derecho del ratón sobre el icono correspondiente, y acepto la reinicialización.

Recapitulación: Salvo el momento de confusión cuando se inició el administrador de paquetes, la instalación ha sido rápida y limpia, y no he tenido que intervenir salvo con el asistente inicial. Recalco lo de las dudas ante la instalación de paquetes. Recordad que soy (casi) un usuario sin previos conocimientos, y no sé en este punto para qué sirve cada paquete, y si debo o no instalar alguno. Ni sé si echaré algo en falta, pero supongo que podré iniciar el procedimiento más adelante, e instalar lo que necesite. Bien, continúo.

Para no hacer esto eterno, omito ilustrar lo que sucede mientras se está cargando de nuevo nuestra flamente máquina Ubuntu. La carga dura un tiempo razonable tendiendo a corto, aunque no lo medí. Desde luego, menos que mi Windows Vista, aunque para ser totalmente justo, debo añadir que en "mi" procedimiento de inicio de Vista se cargan determinadas aplicaciones, alguna de las cuales elegí yo, como por ejemplo Nokia PC Suite (que me permite actualizar en ambos sentidos la agenda de mi teléfono móvil con la de Microsoft Outlook) y otras me las instalaron sin pedirme permiso el de la impresora, el del SAI, etc., aunque no las elimino porque me resultan de utilidad en algún momento. La máquina Ubuntu que acabo de instalar está "virgen", así que esta sería una de las comparaciones odiosas. (Cuando inicié por primera vez Windows Vista, la carga no tardó ni a tercera parte de lo que dura ahora, aunque, tampoco hay que exagerar, en tres minutos tengo la máquina Vista dispuesta para trabajar)

En un punto determinado, sendas ventanas solicitan identificación de usuario y contraseña:

Ánotación al margen: ¿por qué dos ventanas, en lugar de una sola para escribir usuario y contraseña en dos cuadros de texto? Lo dejo ahí.

Bien, pues ya tenemos nuestra máquina Ubuntu dispuesta para trabajar. No sé qué me había imaginado cuando leía en el hilo del foro que dio lugar a esta prueba, aquello de que "Linux es más bonito...". El escritorio es austero, pero no digo esto como crítica. Cuando se utiliza un ordenador para TRABAJAR, lo de menos es el aspecto.

Observo que ya de entrada existe soporte para escritorios virtuales, cosa que no existe en Vista sin instalar aplicaciones adicionales. Bien, esto a algunos les parecerá una ventaja y un punto fuerte, pero mi opinión es que depende de tus costumbres y tu modo de trabajar.

Windows sacó hace muchísimo tiempo un conjunto de aplicaciones para XP llamadas "PowerToys", y entre ellas, había precisamente una que te permitía trabajar con varios escritorios. La probé, pero terminé desinstalándola: no era capaz de recordar en qué escritorio tenía abierto Internet Explorer, en cual otro Outlook, y así, y perdía mucho más tiempo de esta forma que pulsando Alt+Tab y seleccionando un icono. Flip3D de Vista sí ha supuesto para mí una cierta facilidad en este sentido, y lo utilizo de continuo.

Pero, en fin, supongo que para muchos ésto será un plus adicional.

La papelera ocupa un lugar desacostumbrado, abajo la derecha, pero de nuevo todo esto es cuestión de cambiar costumbres y modos de trabajo. Como usuario de Windows, debo declarar que no me siento incómodo con el escritorio de Ubuntu, y supongo que terminaré adaptándome a buscar las cosas en lugares distintos, y a que éstas tengan diferente nombre de aquel al que estoy acostumbrado.

Me dedico durante unos minutos a navegar por los menús:

La máquina responde rápida y ágilmente a las acciones del ratón. En otra de las comparaciones odiosas, diré que no aprecio que lo haga más lenta ni más rápidamente que Windows Vista, aunque si tenemos en cuenta la infraestructura de la prueba, habremos de añadir algún que otro punto a Ubuntu.
Otro detalle a su favor es el hecho de que me haya instalado la suite OpenOffice. Sin entrar en si es mejor o peor, más o menos "bonita" que la correspondiente suite de Microsoft, que tiempo tendré para probarla, esto es un nuevo punto a favor de Ubuntu/Linux. Y además es gratuita.
Bien, pues a continuación toca realizar la primera de las pruebas previstas.

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