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Quizá no sea un blog el medio más idóneo para publicar este trabajo; en un blog, las entradas se visualizan en orden cronológico inverso, esto es, primero la más reciente. Por el contrario, la lectura de esta serie de artículos debe realizarse exactamente al revés, de más antigua a más moderna.
Por esta razón os sugiero que utilicéis el árbol "archivo" de la derecha para leerlas en el orden correcto, indicado además por el número con el que comienza cada título.
Y a todas las lectoras y lectores, gracias por vuestro interés; espero y confío en que el humilde fruto de mi trabajo pueda serviros de algo.
Creo que la cita es de Gartner Group, aunque no estoy seguro del todo: Windows, en sus diferentes versiones, es el Sistema Operativo de más de un 90% del parque mundial de ordenadores personales.
¿Cómo se ha llegado a esta situación? Mi opinión es que ha sido más gracias a los defectos de los demás, que a las virtudes de Windows. Claro que hay que reconocer que hasta hace algunos años, Windows era prácticamente la única opción posible para el usuario doméstico, y para cuando (en parte) dejó de ser así, había alcanzado ya una implantación cercana a la actual, y a partir de ahí, la inercia, la pereza de probar cosas nuevas...
Estaba el Mac de Apple, con sus procesadores especiales y su hardware que te ataba (y aún te ata) al fabricante, pero su precio, la raquítica oferta de software, y la práctica imposibilidad de actualizar el hardware, hacían desistir a muchos (entre otros a mí mismo, que tuve un Mac que me regalaron, y que recuerdo con agrado, pero que no repetí)
Hay por ahí otra leyenda urbana, que dice que la "malvada" y "pérfida" Microsoft emplea prácticas "non sanctas" para obligar a los fabricantes a poner la pegatina Windows en sus máquinas. No puedo creerlo, lo siento. Supongo que habrá acuerdos firmados que tratarán mayormente de descuentos por cantidad (porque a un fabricante, Vista Ultimate no le cuesta 430€, obviamente) Y prueba de que no debe haber ningún compromiso de exclusividad, es que alguna marca comienza a ofrecer ya un par de modelos de máquinas con Linux preinstalado (aunque no en España, al menos en mi conocimiento)
Decía lo del 90% de implantación, y decía que esta es la situación a día de hoy, y de este hecho se derivan consecuencias.
La primera es que su fuerza le permite a Microsoft imponer la mayor parte de las veces sus desarrollos como estándares, que los demás actores no tienen más remedio que seguir, porque les va en ello el volumen de ventas. No digo que otros no puedan imponer esos estándares (y ahí está el caso de Adobe y el formato PDF) sino que el "parque" instalado de Microsoft es un argumento de peso en este terreno.
La pregunta de por qué se ha llegado a este cuasi monopolio es ociosa en estos momentos; más bien habría que preguntarse si existe alguna forma de salir de esta situación.
Esquematizando la cuestión, los fabricantes no ofrecen Linux porque está poco extendido (salvo en la Administración y algunas Empresas, normalmente grandes) pero Linux no podrá extenderse si los fabricantes no lo ofrecen preinstalado al usuario doméstico, porque (a mis pruebas me remito) instalarlo en una máquina partiendo de cero, hoy por hoy está al alcance de muy pocos. Todo un círculo vicioso.
Ahora voy a decir una obviedad, y espero que nadie tome mis palabras en sentido peyorativo: Linux no es un Sistema Operativo; es un kernel, todo lo técnicamente perfecto y seguro que se quiera, pero que en estado puro, no sirve al usuario de a pie para nada.
Para posibilitar su uso, alrededor de este kernel se han ido construyendo interfaces gráficas que permiten la comunicación con el usuario, (aunque desdichadamente se mantiene como un tótem la consola original y los comandos Unix, uno de los grandes problemas para el usuario de a pie, en mi modesta opinión)
Y una multitud de paquetes como desarrollos no coordinados entre sí, que presentan en su mayoría todo el aspecto de que inicialmente fueron escritos por alguien para su propio uso, y posteriormente puestos a disposición de la comunidad. Cada uno con sus propias reglas, sus opciones de menú y botones que en poco o nada se parecen a los de otros paquetes, aunque cumplan la misma función... Y de nuevo, para instalarlos en la mayor parte de los casos, el absurdo recurso a la consola, seguramente porque, en esta descoordinación entre desarrollos, no hay estándares universalmente respetados y si alguno hay, el "experto" que desarrolla él solito en su casa, no los conoce, o "pasa" ampliamente de ellos. Tanto me da si no es un "experto" solitario sino un equipo, porque a la vista está que el resultado es el mismo: una aplicación que puede ser muy buena, pero de la que normalmente están ausentes dos cosas importantísimas en mi opinión: integración con el resto y usabilidad.
Esta es la situación.
Pero estaba hablando de los fabricantes. Voy a imaginar por un momento que uno de ellos me ofrece un puesto de trabajo, cuya finalidad es crear la infraestructura de talleres y laboratorios para ofrecer máquinas con Linux preinstalado a sus clientes.
La primera pregunta que yo me haría es "Linux, sí, ¿pero qué Linux?". Mi hipotética empresa y yo nos jugamos mucho en esta decisión. Porque si después de un estudio técnico exhaustivo entre las casi 100 distribuciones existentes (dato real, no me lo invento) me decido por la "distro" A, a lo mejor mis clientes potenciales no están por la labor, y prefieren la B, "que es más bonita", y además trae los paquetes N, M y O, mientras que la B contiene los paquetes G, H e I, que "molan" más.
¿Quizá debería dar la posibilidad a mis clientes de que elijan ellos mismos la "distro" y escritorio que más les gusten? ¿O me monto una nueva distribución partiendo de la nada?
Estas dos últimas posibilidades son impensables, hablando desde el punto de vista económico (no olvidemos que un fabricante de ordenadores no es una ONG, y su finalidad es ganar, cuanto más dinero, mejor)
Pero, ¿por qué impensables? La primera, porque la línea de montaje para preinstalar Linux "a la carta", sería más grande, tres, cuatro o más veces incluso, que la que ahora maneja una única versión de Windows. Y la segunda tampoco, porque mi empresa no puede esperar a que yo me "chupe" un año o más creando mi "distro" perfecta, sin saber además cual será la aceptación entre los clientes potenciales, ni pagar el coste. No, quiere resultados seguros e inmediatos.
Tendría que pensar además en otra cosa: Microsoft lanza una nueva versión de sus Sistemas Operativos con un intervalo de cuatro a seis años con respecto a la anterior. Las versiones de las distribuciones más populares, van al ritmo de al menos dos por año. Más gasto. Tendría que probar y reprobar todo, y adaptar los nuevos paquetes a mi panoplia de hardware, -creación o modificación de drivers incluida-, antes de preinstalarla en mis máquinas.
Más aún: cada vez que alguien pusiera en la Red algo como Compiz-Fusion (antes Beryl) que se popularizara rápidamente porque arruga las ventanas en el monitor, o las ofrece en cubos, hexaedros o dodecaedros, no tendría más remedio que gastar más dinero de mi presupuesto en probarla, adaptarla e incluirla en mi línea de montaje, porque mis clientes me la demandarían, y sería una ventaja competitiva.
Y no quiero ni pensar en las constantes peleas que tendría con mi departamento de marketing, que querría sacar seis nuevos recojomodelos de ordenador al año para hacer frente a la competencia, y me exigiría resultados inmediatos para que todo ese hardware nuevo funcionara con Linux... anteayer.
No sé si con este ejemplo habré dejado claro lo que quiero decir: en mi opinión, para los fabricantes el grave problema de Linux consiste en esta dispersión y multiplicidad de distribuciones y paquetes, que no les permite, desde el punto de vista económico, crear una línea de montaje única, como con Windows, ni les ofrece la garantía de estabilidad en un periodo razonable de tiempo. Y no hablo para nada del problema de los drivers, que trataré más adelante.
¿Hay algún fabricante que haya hecho esto? Solo sé de uno, Dell. No digo que no haya más, sino que no lo sé. Solo Ubuntu preinstalado de fábrica, y únicamente en un modelo de portátil y otro de sobremesa. Y no sé si lo ofrecen en España, creo que no.
Hasta aquí, me he referido exclusivamente a fabricantes o ensambladores de ordenadores completos, pero no son los únicos. Están todas las empresas que diseñan, fabrican y comercializan dispositivos, como por ejemplo las tarjetas gráficas.
Estos tampoco (salvo en contados casos, y de forma casi testimonial) tienen para nada a Linux en mente. ¿Por qué? El mismo problema, el dinero. Crear drivers para determinado Sistema Operativo es una tarea solo al alcance de un equipo de desarrolladores muy expertos, tanto en el producto, como en el Sistema Operativo que sea. Y el desarrollo y pruebas dura mucho tiempo. Dicho en otras palabras, cuesta un montón de dinero.
A partir de ahí, las cuentas del fabricante (hablamos ahora de drivers para Windows) serían algo así: "Desarrollar estos drivers me ha supuesto una inversión de (pongamos) 50.000€. Mi cuota de penetración en el mercado es del (un suponer) 30%, lo que significa que preveo vender 200.000 tarjetas el primer año, y 500.000 el segundo. Si repercuto en el precio de cada tarjeta 0,50€ de esos costes de desarrollo, el retorno de la inversión se producirá en el primer ejercicio, y a partir de ahí, la actividad de desarrollo de drivers en esos dos años me habrá aportado un beneficio de 300.000€".
Hagamos ahora las mismas cuentas para Linux: "concediéndole una penetración del 5% (que es mucho conceder) ventas de 10.000 tarjetas el primer año, y 25.000 el segundo. Los costes son los mismos, y no puedo repercutir más de esos 0,50€ en cada unidad, de manera que, al final de esos dos años, únicamente habré recuperado 17.500 de los 50.000€ invertidos".
Ruinoso. Luego este segmento de fabricantes, únicamente realizará desarrollos para Linux, cuando el "parque" instalado sea mucho mayor.
Pero estamos hablando de fabricantes, y hay en la cadena comercial otro eslabón importante: los distribuidores. ¿Qué dicen los distribuidores?
Pues, según El Ciberp@ís, en su edición del 18 de octubre de 2007, y hablando de clientes que instalan Linux en las máquinas vendidas por ellos, dicen que "...lo primero que hacemos es informar al cliente de que cuando compra un equipo con software preinstalado [se refieren a Windows] si aceptan las claúsulas del contrato cuando enciende el portátil, ya no podrá rechazarlo".
Y dicen que "...la iniciativa [se refiere a un grupo de usuarios que ha ofrecido soporte gratuito en Linux a los distribuidores] ha sido bien recibida por las [tiendas] que disponen de servicio técnico, ya que sientes vergüenza al tener que encogerte de hombros ante los problemas de tus clientes usuarios de software libre".
(De paso: O sea, que parece que no soy yo el único que tiene problemas)
Como para mí Windows no es una religión, sino una herramienta, dejo aquí, para quienes quieran saber más sobre esta iniciativa a la que se refiere el artículo, la dirección de la página Web de la Asociación Española de Pequeñas y Medianas Empresas de Informática y Nuevas Tecnologías:
APEMIT
Los que se atrevan a intentar instalar Linux en una máquina, sobre todo si es un portátil, pueden encontrar en ella cosas tales como consejos sobre los pasos a dar para pedir la devolución del importe de un Sistema Operativo preinstalado que no quieren (y que no todos los fabricantes le reembolsarán) o direcciones de tiendas donde se puede adquirir un portátil "virgen", sin software preinstalado.
Si os atrevéis y no sois expertos, que la Fuerza y los foros os acompañen.
Acabo de escribir algo que igual saca de sus casillas a más de una y uno: no todos los fabricantes (de hecho es una minoría) reembolsan el importe del Sistema Operativo preinstalado que el cliente no quiere. Y añado más: muchos de los fabricantes consideran extinguida la garantía si el cliente se "carga" ese Sistema Operativo, e instala Linux en su lugar.
¿Son los fabricantes unos malvados que le hacen "el caldo gordo" a Microsoft? Vayamos por partes.
En cuanto a lo primero, hay un "pequeño" problema: si un fabricante se dedicara a vender ordenadores "vacíos" (que por tanto costarían menos al usuario) tendría probablemente un éxito espectacular. ¿Por qué? No. No es porque entonces todo el mundo se lanzaría a instalar Linux como locos, sino porque representaría un ahorro de dinero para la multitud que instala Windows pirata. A lo mejor es que ningún fabricante ha descubierto el filón, y por eso no lo hacen.
En cuanto a lo segundo... así, al pronto, parece una "pasada", que va en contra de los derechos más elementales de los consumidores. Pero dicho esto, puedo comprenderles. Imaginad el siguiente escenario:
Pepito o Juanita se compran su primer ordenador con Windows preinstalado. Ellos no tienen demasiada idea de informática, pero tienen un primo, hermano, amigo/a, etc. que sabe "un huevo", y les dice cosas como las que se leen en los foros: "quita esa mierda de Windows Vista, que no funciona, consume muchos recursos, y es lento y feo, e instala Linux, que es mucho mejor, y además tienes a tu disposición miles de paquetes que no te costarán un céntimo, mientras que por los de Windows tendrás que soltar una lana". (Por cierto, esta última afirmación habría que matizarla: también para Windows hay multitud de aplicaciones gratuitas)
Y Pepito o Juanita les hacen caso. Permiten que el primo, hermano, etc. (ellos no sabrían hacerlo) formatee el disco duro perdiendo así en muchas ocasiones, (aunque ellos no lo saben, y al "enterado" linuxero de su primo, hermano, etc., si lo sabe, no le importa) la posibilidad de devolver su pc al estado de fábrica, e intentan instalar Linux. Ya lo mejor se encuentran como yo con que el ratón se cuelga, el monitor parpadea, la tarjeta de tv "ni flowers", el wi-fi como si no existiera... Y su primo, hermano, etc. les dice que "va a buscar por los foros a ver si alguien sabe como solucionar los problemas". Y pasa un mes, y ellos aún no han podido estrenar su flamante ordenador. Entonces intentan volver a Windows, y no pueden o no saben cómo, y van al comercio y reclaman que les solucionen los problemas de ratón, monitor, tarjeta de tv, etc., o si no, que se lo dejen en el estado en que se lo vendieron, que para eso está en garantía. Y el comerciante, como decía el artículo que cité antes, "siente vergüenza, y solo puede encogerse de hombros". ¿Y el fabricante?
¿Vosotros pagaríais la reconfiguración de la máquina, más los costes de transporte, debidos a un problema causado, no por un fallo de hardware o software, sino porque a tí te vino en gana desconfigurar lo que salió de fábrica funcionando? Los fabricantes, tampoco. Así de claro.
Bien, he escrito mucho, pero no he respondido a la pregunta inicial: ¿qué se puede hacer para salir de ese círculo vicioso al que me refería?
La respuesta, a mi juicio, es clara: reinventar Linux.
Es probable que no se haga nunca, fundamentalmente por dos razones:
- La primera, porque implica abandonar el paradigma de software libre y gratuito, (y eso probablemente no sería posible ni desde el punto de vista legal, porque precisaría de un acuerdo para incluir el kernel en un producto por el que habría que cobrar)
- La segunda, porque supone una fuerte inversión, con la perspectiva, en el mejor de los casos, de comenzar a obtener beneficios al cabo de mucho tiempo.
¿Cómo seria ésto? Bien, se crea una empresa, que de una u otra manera, tenga los derechos del kernel. Esta empresa realiza un trabajo previo, contando con el kernel como base, de diseño de funcionalidades e interfaces de usuario. Con este trabajo ya hecho, contrata a un montón de desarrolladores, les dota de una estructura de coordinación y de una especie de "libro de estilo". Libro de estilo que tendría que contener "mandamientos" como éstos:
- Si alguno de tus desarrollos precisa en lo más mínimo del uso de la consola, serás despedido de inmediato.
- Si se te ocurre no respetar los estándares, y crear tus propias soluciones imaginativas, ídem.
- No harás al usuario escribir su contraseña en vano cada dos minutos.
Y así sucesivamente. Estoy bromeando. La idea es clara: un desarrollo coherente, fácil de comprender y utilizar para el usuario, que contenga en sí mismo los procedimientos para realizar una traducción perfecta, con un único paquete para cada actividad o función, perfectamente integrado en el conjunto. En el que las cosas se llamen igual en todas partes, los iconos sean los mismos, y las opciones de menú aparezcan en los mismos lugares. En el que las carpetas no se llamen "etc", "bin", "home", etc., sino "Carpeta del usuario", "Programas ejecutables", y así. En el que se vean de forma gráfica los discos físicos y sus particiones, y se pueda saber sin hacer un "master" cuanto espacio libre te queda en cada una de ellas. Y en el que los procedimientos de seguridad (que no tiene por ello por qué ser menor) huyan del absurdo actual: casi no se puede hacer nada salvo con privilegios de superusuario, pero ¡ah!, basta que el usuario normal indique su contraseña, para que se le permita hacer cualquier cosa. Lo dejo aquí, que esto daría para escribir otro post.
Las dos palabras clave son integración y usabilidad.
Obviamente, el desarrollo de drivers ya no sería cuestión de voluntarios voluntaristas (valga la aparente redundancia) sino de equipos profesionales integrados en esa estructura... hasta que la implantación de ese "NeoLinux" hiciera que los fabricantes encontraran rentable escribirlos ellos mismos, porque de otro modo no venderían, dando así la vuelta a la situación presente.
Si eso llegara a hacerse, todos saldríamos ganando, porque Microsoft no podría cobrar 430€ por su Vista Ultimate, tendría competencia. Y entonces sí, seríamos libres de elegir, porque ahora la elección no es posible en la práctica para la inmensa mayoría: solo hay un Sistema Operativo, Windows. Linux a día de hoy es un conjunto de desarrollos dispersos y no siempre compatibles entre sí, una especie de patchwork, muy difícil de manejar y configurar, y en el que la carencia de drivers para manejar dispositivos (o su imperfección, o la necesidad de profundos conocimientos para configurarlos) representa un problema prácticamente insalvable para la mayoría de usuarios.
Decía en algún punto de este camino que dura ya más de un mes, que he tenido que "tragarme", en mi recurso a los foros, un montón de afirmaciones absurdas y carentes de base, que en muchos casos parecen escritas por adolescentes, que no saben lo que es utilizar todos los días un ordenador para trabajar, no únicamente para chatear y ver películas. Que no imaginan el dinero que puede costar a quienes trabajamos con el ordenador todos los días el tiempo perdido recurriendo a los foros para hacer cosas que deberían ser sencillas y triviales.
Y no voy a terminar esto sin "sacarme la espina".
Pero primero, una afirmación: mi carrera profesional ha tenido lugar en el ámbito de Informática de las grandes entidades financieras, no en el de ningún fabricante de hardware o software, de los que nunca he percibido, ni directa ni indirectamente, un sólo céntimo. Tampoco de Microsoft, ni de Apple, que quede muy clarito.
La primera cosa que pediría a quienes escriben en esos foros es que, por favor, abandonen esa especie de dialecto SMS que una parte de ellos utilizan, y que resulta a veces laborioso traducir al español. Los foros son gratuitos, no cobran por cada carácter marcado como en la telefonía móvil. Así que rogaría que se escriba en castellano, o catalán, o gallego, o valenciano, o euskera, -en el idioma nativo de cada uno-, las palabras completas, y a ser posible, sin faltas de ortografía, aunque eso es mucho pedir.
Estas son una parte de las "perlas" a que me refería:
"Windows (escrito normalmente guindous, guindou$ o Window$) Vista es una mierda. Es incompatible con todo, no hay drivers para nada".
No voy a responder. Me remito a mis post, en los que describí gráficamente la sencillez de la instalación y manejo de Windows Vista, en comparación con los continuos problemas que he experimentado con Linux. Y a los dos post anteriores a este, donde consta mi experiencia de migración de XP a Vista, y la imposibilidad manifiesta de hacer funcionar adecuadamente Kubuntu 7.10 en la misma máquina.
"Windows (escrito normalmente guindous, guindou$ o Window$) Vista no funciona, causará la quiebra de Microsoft" (escrito normalmente mocosoft o Micro$oft)".
No entiendo por qué dicen esto, a la luz de mi experiencia. Al contrario, es una opción muy válida, no solo para trabajar, sino tambien para chatear o ver películas. Tiene uno de sus flancos débiles, a día de hoy, en el rendimiento de las tarjetas gráficas más exigentes. Pero supongo que eso será algo que acabará por solucionarse en breve. Y los usuarios afectados no tendrán que ir a los foros para nada, sino que la modificación se les instalará de forma automática.
Y cuesta dinero, probablemente mucho, para la economía de la mayoría. Pero quién tiene dinero para comprarse un ordenador, donde vendrá normalmente preinstalado, ya dispone de él.
Le diría a quién escribió eso, que mire cuántos millones de copias de Windows Vista están corriendo actualmente sin dificultades en máquinas de todo tipo.
"Windows (escrito... etc.) Vista consume muchos recursos. Cuando tengo 30 (!) aplicaciones cargadas al mismo tiempo, va de pena".
Bueno, supongo que eso tendrá algo que ver con la configuración de la máquina concreta. Reconozco que Windows Vista necesita "más máquina" que XP y, por supuesto, que cualquier distribución de Linux, pero probad a instalar cualquiera de estas en un Pentium II con 128 Mb de memoria, y luego me lo contáis. Cada Sistema Operativo tiene unos requerimientos mínimos de máquina.
Lo que no alcanzo a entender es para qué puede tener alguien 30 aplicaciones corriendo al mismo tiempo. ¿Será quién escribía eso un superadolescente con superpoderes para controlar y revisar tantas ventanas?
"El Flip3D de Windows (escrito... etc.) Vista es una mierda, no vale para nada, y nadie lo usa. Lo bueno es Beryl (Compiz-Fusion)".
Bien, pues yo ya he dejado escrito por aquí que sí lo utilizo. Y sí me vale, cuando mi atiborrada barra de tareas tiene dos líneas. Podría pasar sin él, ya me servían los iconos que se consiguen pulsando Alt+Tab, pero Flip3D me permite ver gráficamente el contenido de varias ventanas que se representan con el mismo icono, y seleccionar la que quiero. Quién me da la impresión que no lo ha usado nunca, es el que escribía eso.
En cuanto a Compiz-Fusion... me habría gustado verlo, pero no pude después de más de una hora de trabajo, mirad mi post anterior, así que lo único que conozco es el vídeo de Youtube; al menos no tuve que pelearme con las consolas y los apt-gets, ni recurrir a ningún foro para poder disponer de Flip3D, se instaló con el Sistema Operativo. Y, como también he escrito en alguna ocasión, no sé que me aporta en mi trabajo ver las ventanas arrugándose, formando un torbellino o rotando en el monitor. (¿Y para hacer esas cosas no se "consumirán muchos recursos"?)
"Quién ha probado Linux, se olvida de Windows (escrito... etc.)".
Pues yo he probado, no una, sino tres distribuciones diferentes de Linux. Y de una de ellas, cuatro versiones, con dos escritorios distintos. Y de lo que me voy a olvidar rápidamente es de Linux, porque, y con esto termino,
A Linux, cualquier distribución, con cualquier escritorio, le queda mucho camino por recorrer antes de constituir una opción válida para un usuario sin conocimientos, que lo que desea, como yo, es una herramienta sencilla de instalar y manejar, que no le exija hacer un "master" solo para que funcione sin problemas en una máquina.